domingo, 1 de agosto de 2010

Un nuevo hogar, ¿Qué te llevas en la maleta?

Después de regresar de un viaje, tan abundante en sensaciones, descubrimientos, aromas, sonrisas y placer. Dónde alimenté a más no poder a mi dimensión personal, solo puedo decirles que, por primera vez en mi vida, pensé en vivir en lugar distinto a esta ciudad. La primera idea fue que “Es hora de que la UVM tenga un plantel en Veracruz”. Luego mi pensamiento siguió; “Seguro es el siguiente plantel en la república”, luego las ideas viajaron a la opción de plantearme otras Universidades. Y entonces, como una luz, me quedó claro que lo más importante que debo llevar en mi maleta, si quiero cambiar de residencia es: seguir siendo docente. Porque es verdad que puedo hacer muchas cosas: actriz, contadora o hasta dedicarme a vender la joyería que fabrico. Sin embargo fue la docencia lo que lleno mi mente. Para mi es embriagador estar frente al grupo; me gustan las preguntas que hacen los alumnos; los retos que me plantean. Me gusta conocerlos, aunque a veces no logre retener sus nombres, sin embargo sí logro retener detalles de cada uno de ellos; lo que les gusta, lo que no, cuando alguno habló de su familia o de sus actividades extra curriculares; el momento en que descubren algo nuevo o sorprendente, algo que nunca olvidaran. También me gusta permanecer en su memoria y doy todo lo que tengo porque me sientan cerca, busco que los temas vistos en clase se vuelvan suyos, que les den ganas de saber más, de viajar y conquistar lugares desconocidos, quiero hacerlos sentir que en mis clases se abren puertas y que, gracias a sus descubrimientos pueden comenzar a volar y esa es la mejor de las experiencias. Es por eso que aquí, o en cualquier otro lugar a donde pueda ir, la docencia será siempre lo primero que empaque en mi maleta.

Angélica Cifuentes Calderón.

3 comentarios:

  1. Al leer tu entrada realmente contagia el entusiasmo y el disfrute por el ejercicio de la docencia, hay maestros que dejan huella y creo que la correlación está entre el dominio de la materia y la vocación, en silencio te escuche describir tus vacaciones y hubo momentos que me sentía a tu lado, casi podía tocar todos los elementos, afortunados tus alumnos ojalá todos los docentes tengan tan clara su vocación
    Gracias por compartir la sencillez de tu entusiasmo
    Miriam Redondo

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  2. Angelica tu vocación la tienes a flor de piel la trasmites en todos tus sentidos y cuando leí tu comentario me trasporte y lo viví. Ojalá todos los Docentes se entregarán con esa pasión a su labor profesional.
    Mónica C. una Pineda

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  3. Angélica: Siempre me da mucho gusto leer tus reflexiones; pero en esta ocasión en especial la he disfrutado enormemente. Comparto plenamente contigo esta pasión, que llena y que nos permite trascender.
    Aprovecho para decirte que mis galletas y mi café son una delicia.
    Mil gracias.
    Un abrazo,
    Blanca Estela Ortiz Oscoy

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