lunes, 16 de agosto de 2010

Educadores Totales

Muchas iniciativas de desarrollo del personal adoptan la forma de algo que se hace a los docentes, no con ellos ni por ellos. Generalmente son propuestas que fluyen de arriba abajo con una visión pasiva del maestro al cual se le considera como alguien vacío, fallido, carente de habilidades, y que necesita ser orientado y provisto de nuevas técnicas y estrategias, cuando lo que se requiere es tomar en cuenta a la escuela en su totalidad como una institución compleja y cambiante. Desde esta perspectiva, el educador total contempla los siguientes aspectos:
1.- La intención del docente. La docencia no es sólo cuestión de técnica, sino que también es algo moral, pues en ella son importantes las acciones y los juicios que asumen en cada momento los maestros. Son ellos influencias importantes en la vida y desarrollo de muchos niños por lo que se debe enfocar su liderazgo como su desarrollo profesional con respeto. ¿De qué forma se descubre el mejor modo de valorar y clarificar la intencionalidad del docente? Esta es la cuestión clave.
2.- El docente como persona. Para comprender al docente es imprescindible comprender lo que es como persona, es decir, se debe establecer un puente que comunique su labor docente con su vida, su biografía y con el tipo de persona que ha llegado a ser. Aquí entran muchas cosas: su profesión, su sistema de valores, sus tendencias educativas dominantes, la etapa de su vida y de su carrera, sus actitudes hacia el cambio y hasta su mismo sexo. El peligro está en formular juicios erróneos a cerca del docente o tener expectativas excesivas centradas en él. ¿Qué es lo vital, entonces, si las conductas pedagógicas tienen su raíz en la persona que es el maestro y no en sus meras habilidades técnicas? Sobre todo, el trato que reciba de su escuela y directores; valorar su trabajo pues hay muchos caminos posibles a la excelencia; el docente, por su parte, debe mantener un equilibrio entre su vida laboral y su vida personal.

3.- El contexto de la enseñanza. En el mundo complejo y atareado del aula la única certeza que se tiene es el cambio y éste debe buscarse en el mundo real y en el contexto de la enseñanza, la cual tiene tres aspectos: Primero, algunos de los aspectos de ese contexto varían por lo que es necesario aprender estrategias de manejo novedosas para estas situaciones nuevas (las estrategias de enseñanza no se pueden estandarizar). Segundo, es importante ser realistas y prácticos; no hay educadores perfectos. A los maestros también les interesa conservar su salud y conservar su estrés, por ello no es conveniente juzgar la enseñanza sin antes comprender el contexto en el que se aplica. Tercero, se refiere a características más o menos similares: el tamaño de la clase, el tiempo, el currículum, la cobertura, etc. Son factores que fijan límites muy definidos a lo que pueden hacer los maestros y a las posibilidades reales de innovación.

Mónica C. Luna Pineda

1 comentario:

  1. Es muy interesante esta conceptualización del Educador Total. Debemos reflexionar en torno a ello.
    saludos,
    Blanca

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